LA NATURALEZA SUENA

La Naturaleza suena.

Y las cosas de verdad no solo suenan, sino que te atraviesan el cuerpo de lado a lado.

Sé como suena la lluvia. La lluvia de todo tipo. Sé cómo cae en el suelo y qué diferente suena cuando golpea mi ventana, cuando recorre mi pelo y mi cara o cuando se desliza entre las hojas.

Sé como suena el viento. Sé como se escabulle entre las hojas de los árboles que tengo en mi jardín.

Se cómo suena en la cima de una montaña.

Lo he escuchado arrastrando tormentas de arena africanas y meciendo nuestra hamaca en los días de camping.

Se cómo suena la brisa del mar.

Sé qué sonido tiene el fuego, cuando despacio, consume los troncos que encuentra a su paso. Se como suena al crecerse y se como suena cuando a punto de expirar se empieza a desvanecer ante mis ojos.

Recuerdo el crujir de pisar las hojas en otoño. Me encanta como suena la espuma del mar. No me canso de escuchar todos y cada uno de esos sonidos.

Pero también he oído el silencio. El más profundo de todos. He oído el silencio en el desierto, en una isla en medio del océano, en lo alto de una montaña vacía, en cuevas y en playas desiertas.

Sé como late mi corazón..

Y así podria seguir enumerando los mil y un sonidos que recuerdo, que me llenan, y a los que si cierro los ojos…puedo volver.

La Naturaleza es increíble y tener todos nuestros sentidos despiertos y vivos para contemplarla y saborearla en toda su esencia es un regalo. Espero que no dejéis nunca de dar las gracias por él. ❤