LA LEYENDA DE MATSYA

Hoy que tanto está lloviendo me ha venido a la mente la historia del diluvio universal, pero no la más conocida sobre Noé y su arca contada por la Biblia, sino la historia de Matsya y Manu, de la mitología Hindú, con la que guarda una gran similitud.

Miles de años antes de que se escribiera el Génesis de la Biblia, ya se hablaba en los antiguos textos hindúes Bhagavata Purana y en los vedas, de esta historia.

En la mitología hindú, Matsya  (“pez” en sánscrito) fue el primer avatar del dios Vishnú.

Cuenta la historia que Matsya se le apareció en forma de pez al rey Manu, primer ser humano de la tierra, que era entonces rey de Dravida, cuando éste se lavaba las manos en un río. El pececito le pidió que lo salvara, por lo que el rey lo puso dentro de su lota y lo llevó con él. El pez creció, y el rey tuvo que ponerlo en un charco. Volvió a crecer y el rey lo puso en un lago. Volvió a crecer y el rey no tuvo más opciones que llevarlo al océano. En agradecimiento por su bondad tantos años, Matsya previno al rey de que vendría un gran diluvio que inundaría toda la tierra. Manu construyó un gran barco, donde puso a salvo a su familia, semillas de todos los árboles y plantas y a todos los animales para repoblar la Tierra. Enganchó la nave con la serpiente Shesha como soga al cuerno del pez Matsya, que los arrastró a través del diluvio y los puso a salvo en las montañas.